Estos son los daños colaterales de la ecología: el motor no ruge, sino que silva finamente y claro, no queda bien en semejante V-8. Así que los creadores del Fisker Karma han querido dar una solución radical a este problemilla: ¿Que queríais ruido? Pues toma altavoces. Dicho y hecho. Han llenado este híbrido de 80.000 dólares (51.160,71 euros) de altavoces, tanto en su interior como en el exterior de forma que se consiga un efecto a caballo "entre un Fórmula 1 y un avión". No es mala idea, pero si consideramos que esta bala verde supera los 200 km/h y pasa de cero a cien en 6 segundos, estaría bien añadir una locución que dijera "¡aparta que paso!" a los que se empeñan en ir por la izquierda.
Via: Engadget
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